Ah que gran sensación el miedo! Hay personas que disfrutan a más no poder con las películas de reír, aquellas que utilizan el humor absurdo o por el contrario las que usan el humor más inteligente y refinado.

Otras personas gozan con esa placentera sensación de las películas amorosas y románticas. Las hay que les gusta ese tipo de películas que montados en una nave espacial los lleva a mundos misteriosos y sus protagonistas corren aventuras intergalácticas.

 

Podríamos catalogar muchos tipos de personas según el tipo de película que les gusta ver, pero siempre llegaríamos a los que viven esa sensación del miedo y el terror más allá que el efecto causado por una hora y media de película. Son aquellos que no sólo disfrutan con la tensión acumulada de esas escenas que se hacen eternas, en las que no puedes mirar fijamente la pantalla pero tampoco puedes apartar del todo la vista, para ver qué acaba sucediendo. AAHHH qué tensión!! Por cierto lo mejor es cuando la escena se resuelve con un susto y tu cuerpo termina descargando toda la adrenalina acumulada. Eso no te lo da ninguno de los otros géneros cinematográficos.

Y todo esto si hacemos referencia al mundo del séptimo arte, pero claro el miedo y el terror podemos buscarlo en muchas otras formas. Por ejemplo, ese libro donde la narración te pone en situación y te evades del mundo real para entrar en la historia terrorífica del protagonista y te quedas con la mirada clavada en cada una de las palabras y cuando estás llegando al momento cumbre ZAS! suena tu móvil y das un salto del susto que pone tu corazón a 160 pulsaciones por minuto.
Luego hay las fotografías y videos que circulan por internet. Por supuesto muchos de ellos totalmente falsos pero que aún así disfrutas viéndolos y dejándote engañar. Sin ir más lejos en su momento salió el falso documental llamado "La bruja de Blair" que en aquel entonces pegó muy fuerte por el modo en el que estaba presentado y por la supuesta veracidad de las grabaciones. Hoy todos sabemos que aquello es falso y por eso sabemos que lo que estamos viendo es producto de un guion, pero aún así nos dejamos llevar por la historia y sentir el miedo que es lo que nos gusta.

Hay otros videos que puedes llegar a dudar si son reales o no. Son aquellos que por ejemplo están grabados en formato casero y que lo que se ve, es a alguien supuestamente cualificado que está practicando un exorcismo a una mujer poseída por seres del inframundo. De estos hay algunos que producen auténticos escalofríos. 

De todos modos el miedo cada uno lo vive a su manera, quiero decir que no hay un miedo para todos sino que lo que a uno puede causarle un gran temor a otro quizás le da hasta risa. Los hay que viven el miedo intensamente, con las películas que se dedican a hacer el típico susto, de repente y sin avisar. Es ese miedo muy visual, que no deja espacio a la imaginación del espectador. De eso saben mucho los estudios cinematográficos estadounidenses.  El tipo de terror americano es eso, muy previsible y al mismo tiempo muy efectivo y hasta podríamos decir que para todo el mundo.

En cambio hay otro miedo que es tensión pura. Es ese miedo que estás deseando que acabe, que pase, que deje de torturarte porque no ves nada, todo lo que te atemoriza está en tu cabeza. Todo el peso o casi todo, recae más en lo que tú te estás imaginando que va a pasar, que en lo que realmente está pasando. Es un terror muy poco definido y ese te destroza los nervios. Ese terror cala hasta lo huesos y te puede apañar varios días. 

Pero eso no es nada malo, al contrario, los que vivimos el miedo y el terror con intensidad, los que gozamos con esa sensación y que nos hace sentir vivos, amamos ese miedo y de manera más o menos recurrente volvemos a buscarlo, ya sea en formato película, libro, documental de alguna experiencia tenebrosa o mira lo que te voy a decir, hasta en banda sonora de alguna película. Sí sí, lo que lees y si no me crees, escucha la banda sonora de la película Poltergeist. Las risas al final del tema principal son lo más escalofriante que vas a oír.

Nos gusta el miedo y el terror sí. Nos encanta esa sensación única e indescriptible. Es más nos gusta que los demás sepan que nos gusta. Nos gusta que sepan que amamos las camisetas de con la máscara de Jason de Viernes 13, o la penetrante mirada y sonrisa perturbadora de Jigsaw de la saga Saw. Nos gusta que vean que llevamos una funda de móvil con la cara y la sonrisa inquietante de Pennywise, el payaso más perturbador de todos los payasos. También queremos mostrar a todos nuestra atracción por Freddy Krueger de Pesadilla en Elm street llevándolo gustosamente en una gorra o una sudadera. Por el contrario puede que seamos más de esos personajes clásicos, ya sabes, que si Drácula, Frankenstein, hombre lobo o la momia. Todos ellos los vas a encontrar en la web DeMiedo.

El miedo es algo que nos mantiene atentos, firmes y vivos. El miedo no es malo de por sí, al contrario, el miedo es un mecanismo de defensa contra todo aquello que nos puede hacer mal. Para ir terminando, hagamos como dice la célebre frase: Si no puedes contra tu enemigo, únete a él. Nosotros no sólo nos unimos al miedo y al terror, no sólo caemos en sus largos y oscuros brazos, nosotros nos revolcamos en el barro del terror, en la ciénaga del miedo y disfrutamos como niños en el parque. Ese parque en el que no hay nadie, no hace nada de viento, no hay más movimiento que el del columpio con su vaivén eterno acompañado del sonido penetrante de sus cadenas oxidadas ñiii-ñiii y sin saber de donde viene se oye una risa infantil tan inocente como un niño puede ser y tan amenazante como nuestra imaginación pueda alcanzar. Ah es por eso que amamos el miedo y el terror.